Sección Hombres

¿Pescadores de hombres?

La pesca de hombres no es un pasatiempo sino un deber que nos ha sido encomendado por el mismo Dios

La pesca puede ser un pasatiempo para liberar el estrés o un trabajo con unas responsabilidades estructuradas como medio de vida. Pero Jesús, quien es experto en cambiar lo rutinario en extraordinario, lo conocido en algo desconocido, cambió el rumbo de vida que llevaban Pedro y Andrés en su pesca rutinaria, mientras formaba el grupo de quienes serían sus discípulos. Les explicó que ellos conocían la pesca de peces, pero si le seguían, Él les enseñaría a pescar personas. ¡Te imaginas la expresión de sorpresa que se dibujó en el rostro de aquellos pescadores habituales! 

 Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!». Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron (Mateo 4.19-20).

Dice, la Palabra, que ellos enseguida dejaron las redes y lo siguieron. Lo que implica que la voz de Jesús tenía autoridad, demostraba convicción del trabajo que el Dios Padre le había encomendado y tenía un amor profundo por cada persona que veía nadando en el mar de la vida sin dirección. Ese amor, lo movió a la obediencia. Ese amor le movió a formar su grupo de seguidores para hacer el trabajo de llevar su mensaje de redención para salvar a la humanidad perdida. Por amor quería capacitar a quienes estaba llamando para que pudieran ser el modelo que se usaría de generación en generación para convertirse en pescadores de hombres. 

En el mar de la vida, los discípulos iban a conquistar almas para el Reino de Dios  con su testimonio, su buena manera de vivir y sus convicciones. Para esto no necesitaban redes sino estar convencidos de que eran pecadores, seguir a Jesús y hacer su voluntad. 

Contrario a la pesca de peces, la pesca de hombres no es un pasatiempo sino un deber que nos ha sido encomendado por el mismo Dios a través de su Palabra. Así como para la pesca es necesario prepararse ya sea con una red o una caña de pescar y suficiente carnada para atraer los peces, los hombres deben prepararse para cumplir la encomienda que Dios hizo y atraer a las personas con su amor y su ejemplo. 

En el mar de la vida, muchos serán los llamados y pocos serán los escogidos. Esa expresión que hizo Jesús, habla de cuán grande es el grupo que se llama y cuán limitado es el grupo de los escogidos. Porque sólo serán escogidos quienes hayan llenado los requisitos indispensables de arrepentimiento y fe.

Hombre, hoy Dios te llama para que te detengas en tu recorrido diario y reflexiones: ¿Qué has hecho con el regalo de vida que Él te ha dado? ¿Estás tan ocupado que no tienes tiempo para vivir agradecido de Dios? El agradecimiento y el amor se demuestran con tu fe y obediencia, se dejan ver cuando colocas a Dios en primer lugar en la lista de tus prioridades, cuando lo transmites a tu familia y cuando estás tan agradecido y bendecido que te conviertes en un pescador de hombres. Porque siempre que sabemos que algo o alguien nos hace bien, queremos que todos se enteren. 

Yo aprendí a pescar vidas para Jesús, a los diecisiete años. Ya tengo sesenta y seis años y todavía lo sigo haciendo con el compromiso y el entusiasmo de quien sabe que es la mejor decisión en la vida. ¡Lo más bello y emocionante es que mi familia ya forma parte de esa pesca! ¡Anímate! Conviértete en un pescador de hombres.

Norma Pantojas
Consejera de Familia
normapantojas@gmail.com
normapantojas.com

Autor: Norma Pantojas

Fecha: 18-01-2019


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